La primera noticia documental de la presencia hebrea en Ávila es de 1144: Alfonso VII cede a la Catedral el diezmo correspondiente a la renta anual de la comunidad judía. Ésta es la referencia tangible pero hay un gran número de versiones, más entroncadas con la mitología, que anteceden este origen hasta la propia fundación de la ciudad Algunas de ellas sostienen que, en Ávila, ya hubo judíos mucho antes, en época hispano-romana. A alimentar esta hipótesis contribuye la propia leyenda fundacional de la primitiva Basílica de San Vicente en el siglo IV, en la que un judío construye, en el mismo lugar en el que hoy se encuentra la actual, la primera iglesia martirial dedicada a los santos Vicente, Sabina y Cristeta.

306
La leyenda del Judío

Aunque a través de los documentos se conoce la llegada de un primer contingente de judíos a finales del siglo XI, como participantes en la empresa de la repoblación de la ciudad por parte del conde don Raimundo de Borgoña, después de un largo período como tierra de nadie en la frontera entre cristianos y musulmanes, no faltan las teorías que afirman que en Ávila ya hubo judíos mucho antes de este momento histórico, seguramente en tiempos de los romanos. A alimentar esta posibilidad contribuye la propia leyenda fundacional de Ávila como ciudad cristiana en el siglo IV, en la que un judío construye, en el mismo lugar en el que hoy se encuentra la primera iglesia martirial dedicada a los santos Vicente, Sabina y Cristeta, tras haberse milagrosamente salvado de la mordedura mortal de una serpiente, surgida de improviso mientras se reía del martirio de los hermanos a manos de los soldados de Roma. Así está contado con todo lujo de detalles en las expresivas viñetas que rodean el magnífico sepulcro de los mártires en la basílica de San Vicente, una de las grandes joyas del románico castellano.

Los hermanos Vicente, Sabina y Cristeta fueron capturados y martirizados en Ávila en el 306. Se habían negado, en tiempos de Diocleciano, gobernador de Hispania, a firmar un documento reconociendo haber ofrecido sacrificios a los dioses romanos. Un judío colaboraba en el martirio cuando una serpiente se le enroscó en el cuello. Prometió a Dios, si se libraba, convertirse al Cristianismo y dar sepultura a los hermanos mártires; en ese mismo lugar elevaría la primera iglesia donde, según la tradición, él mismo fue sepultado.

1085
Los judíos repueblan Ávila

En su Historia de las grandezas de la ciudad de Ávila, Fray Luis Ariz aseguraba en 1607 que, tras la toma de la ciudad a los musulmanes por el rey castellano Alfonso VI, los primeros contingentes de judíos llegaron alrededor del año 1085 para unirse a la repoblación, que dirigió su yerno, el conde don Raimundo de Borgoña.

circa 1090
Catedral

La catedral desde la muralla

Volcado sobre la calle San Segundo, emerge el impresionante cimorro defensivo de la catedral de Ávila. Símbolo de la ciudad al aparecer representado en su escudo, materializa dos de los principales caracteres de Ávila al aunar la religiosidad, muy presente en sus calles, con sus sólidas defensas pétreas

Iniciada en el siglo XI en un estilo románico tardío, quedó rematada en el XVI con las trazas de la primera catedral gótica de España. En su arquitectura exterior predominan los detalles de una fortaleza por encima de lo religioso, mostrando el medieval matrimonio entre la cruz y la espada. En el interior, destacan el trascoro plateresco de Lucas Giraldo y Juan Rodríguez, la espectacular girola construida con la piedra sangrante de La Colilla, la escultura del sepulcro de El Tostado, obra de Vasco de la Zarza. Así mismo, resulta espléndida la serie de tablas del altar mayor, obra de Pedro Berruguete, Santa Cruz y Juan de Borgoña enmarcadas en una suntuosa moldura de Vasco de la Zarza y que forman uno de los más ricos conjuntos de la pintura española de los siglos XV y XVI. El Museo Catedralicio ha sido reformado y cuenta con piezas de gran valor artístico tales como una Custodia de Juan de Arfe.

La catedral de Ávila fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1914.

circa 1125
Iglesia de San Pedro

Fachada Occidental de la Iglesia de San Pedro

La iglesia de San Pedro es, sin duda, uno de los templos románicos más significativos de Castilla y León apreciándose una evolución, incluso en sus orígenes románicos, tanto en el propio edificio como en su decoración fruto de la prolongación de su construcción en el tiempo. Hubo de comenzarse en el segundo cuarto del siglo XII pero, por motivos desconocidos, se paralizaron las obras hasta finales de ese mismo siglo.

En el exterior, la triple cabecera, un ábside por cada una de las naves, aglutina un estupendo repertorio escultórico con motivos vegetales, faunísticos y geométricos pero, también, con escenas religiosas como la historia de Caín y Abel o la Tentación de Adán. Todo ello sería de la primera fase constructiva.

En la segunda de estas fases se construyeron los muros del transepto y en la tercera, las naves laterales. Ya en el siglo XIII, se levantarían los pilares de la nave principal y se irían cubriendo las techumbres con bóvedas de cañón y crucería. El transcurrir del tiempo hacía que se fueran cambiando los criterios artísticos y los arcos comienzan a apuntarse como prolegómeno de las corrientes góticas que se terminarían por imponer. Por último, finalizando esta fase románica, se levantó el cimborio. El templo cuenta con planta de cruz latina, con nave central de mayores dimensiones que las laterales, separadas con amplios arcos de piedra.

La Iglesia de San Pedro fue declarada Monumento Nacional en 1914.

Una explanada se extiende por casi todo el perímetro del templo. Es el Atrio de San Pedro. Allí los monarcas castellanos juraban respetar los fueros de Castilla y la Inquisición levantó un estrado para celebrar juicios a los herejes. Todo ello denota la gran importancia de esta iglesia en el período de mayor importancia política de la ciudad de Ávila.

En el atrio de San Pedro se celebró el célebre juicio a los judíos implicados en el caso del Santo Niño de La Guardia, un suceso que conmocionó al reino en aquella época y que ilustra a la perfección el enrarecimiento de la convivencia entre judíos y cristianos a finales del siglo XV.

circa 1130
Basílica de San Vicente

La basílica de San Vicente desde la muralla

La Basílica de San Vicente data del siglo XII pero se edificó sobre otro templo previo de difícil definición. A pesar de ser un compendio de la arquitectura románica, como su construcción se extendió hasta el siglo XIII, también se aprecian en ella rasgos del románico tardío, precedente directo del arte gótico.

En el exterior, la utilización de la piedra caleña (anaranjada), la dota de un cromatismo espectacular que contrasta con el sobrio granito gris de su pórtico.

En el interior, se aprecia su planta de cruz latina, con tres naves que rematan en su correspondiente ábside. Su esbeltez hace que alcemos la mirada hacia las cubiertas, resueltas con bóvedas de crucería.

La inclusión de este monumento en el listado de patrimonio cultural abulense relacionado con los hebreos, se debe a los extraordinarios relieves que ornamentan el cenotafio (siglo XIII) o urna donde se conservaban los restos de los mártires. Estos santos eran los hermanos Vicente, Sabina y Cristeta y sufrieron martirio durante la persecución de Diocleciano (hacia el año 360) al negarse a afirmar que habían efectuado ritos paganos. Pues bien, según la tradición, sus cuerpos se dispusieron sobre una roca y sobre este lugar se edificó la primera basílica. El coste de su construcción lo sufragó un judío que se había jactado de su martirio: cuando se regodeaba con la tortura a la que estaban siendo sometidos, una serpiente se le fue enroscando al cuerpo y sintió que si no renegaba de su fe, ésta acabaría con él.

Ya convertido al cristianismo, el judío acometió la empresa de erigir el templo donde, él mismo, se hizo enterrar. Todos estos acontecimientos están representados en los citados relieves del cenotafio.

Actualmente, los restos de los mártires se encuentran en unas urnas dispuestas en el Altar Mayor y el cenotafio es admirado por sus excelentes tallas así como por el baldaquino que lo cubre, añadido más tardíamente, en 1469.

La Basílica de San Vicente fue declarada Monumento Nacional en 1882.

1144
Primera noticia de la presencia judía en Ávila

La primera noticia documental de la presencia hebrea en Ávila es de 1144: Alfonso VII cede a la Catedral el diezmo correspondiente a la renta anual de la comunidad judía.

1176
Afonso VIII concede a la Catedral un tercio de las rentas de los judíos

la judería aportaba una cuantía en impuestos nada desdeñable que solía convertirse en objeto de cesión real: en 1176, el rey concedía a la Catedral y a su obispo Sancho un tercio de las rentas que recibía en concepto de portazgos y pechos de judíos, en un momento en el que la judería de Ávila era una de las más importantes de Castilla. En esta época, la comunidad judía era próspera y había conseguido un grado de armonía superior a las demás juderías castellanas.

1228
Concilio de Valladolid

El Concilio de Valladolid, de 1228, supuso restricciones a los judíos en lo relativo a su movimiento libre por calles y el comercio en los mercados.

circa 1230 - 1305
La escuela talmúdica de Ávila

En Ávila se asentó una de las academias talmúdicas más importantes de los siglos XIII-XIV, foco de tendencias hacia el mesianismo por haber sido más estricta la observancia de la Ley. Ávila acogió a Moshé bem Sem Tob de León (Moshé de León), rabino y sabio itinerante que tras vivir en Guadalajara escribió y retocó aquí su Sefer ha-Zohar o Libro del Esplendor que con el Talmud y la Biblia componen la trilogía de la mística cabalística. Desde Ávila se difundió el primer manuscrito del Zohar.

Contemporáneo de Moshé ben Sem Tob de León fue otro ilustre judío, Nissim ben Abraham, más conocido como El Profeta de Ávila, autor del Libro de las maravillas de la sabiduría y causante de una oleada de conversión al cristianismo cuando, en cumplimiento de una profecía anunciada por él sobre una aparición del Mesías, lo que finalmente se les apareció a los judíos abulenses fue la cruz de Cristo... Los textos más recientes nos presentan a Ávila como un cierto foco de vida intelectual y espiritual, donde floreció una importante escuela talmúdica y donde se registra, por ejemplo, en 1236, la vista del ilustre filósofo judío David Quimhí.

circa 1240 - 1305
Moshé de León

Moshé ben Sem Tob de León nació en 1240 y murió en 1305. Fue rabino y filósofo, autor del Libro del Esplendor, obra central en la Cábala.

Desde joven se interesó por la filosofía y ya con 24 años de edad, mientras seguía sus estudios religiosos, recibió una copia de la Guía de perplejos de Maimónides. A partir de entonces empezó a interesarse por la Cábala y dedicó varios años de su vida a contactar con cabalistas de toda la Corona de Castilla, llegando a entablar relación con un ya anciano Nahmánides, y a difundir la doctrina cabalista ante el aumento de la influencia racionalista del judaísmo.

Ya en Guadalajara, realiza alrededor de veinticuatro escritos sobre la Cábala y en 1286 ya tenía concluido gran parte del Zóhar, incluyendo una versión distinta del Midrash. Si bien, aunque para escribir el Zóhar afirmó basarse en antiguos manuscritos del místico Simeón Ben Yojai (siglo II) nunca pudo llegar a demostrarse, pues entonces era muy común entre los escritores judíos atribuir sus libros a autores clásicos.

1285
Yuçaf de Ávila

En 1285, Yuçaf de Ávila figura como recaudador de impuestos del obispado y poseía casas en la ciudad.

circa 1295
Nissim ben Abraham, Libro de las maravillas de la sabiduría

1351
Cortes de Valladolid

Pedro I tendió hacia el apaciguamiento de los ánimos más exaltados contra la comunidad judía en las Cortes de 1351 en Valladolid, lo que le valió el título de amigo de los judíos, apelativo que buscaba perjudicar al monarca que les permitía levantar nuevas sinagogas o ampliar las antiguas.

1360 - 1379
Tensiones entre judíos y cristianos

Con Pedro I pero también después, con Enrique II, Ávila sufrió asaltos de algunos grupos que robaron y quemaron documentos mercantiles y cartas de obligación entre 1360 y 1366 debido a la moratoria de las deudas de los judíos, tiempo que aprovecharon algunas partidas de alborotadores para apropiarse de pagarés y garantías. El rey, sin embargo, intercedió en auxilio de los judíos.

1375
Polémica antijudía en Castilla

Escribía Moshé ha-Cohen:

En este año vinieron hombres perversos y duros, que habían renegado de nuestra santa ley y tomado una religión nueva; y en virtud de una carta real que les autorizaba a ello, recorrían nuestros pueblos y convocaban a los judíos donde y cuando querían para discutir con ellos sobre su religión [...]. Uno de ellos [...] nos reunió cuatro veces ante la multitud y la asamblea de los cristianos y los musulmanes. Se extendió en alegorías y comparaciones, pero yo le refutaba siempre cuanto decía con pruebas sacadas del Pentateuco y de los Evangelios.

1384
La catedral de Ávila recibe 3.000 mr. anuales de los pechos judíos

Juan I tuvo un trato especial hacia la catedral de Ávila y en 1384 le asignó una renta de tres mil maravedís de los llamados pechos judíos, pagaderos en noviembre de cada año, un privilegio que se confirmó en 1391 por Enrique III.

circa 1430 - 1492
Antigua Sinagoga de Don Samuel

Sinagoga de Don Samuel o del Pocillo

En la calle del Pocillo, un vial quebrado, lleno de sabor, que se abre paso zigzagueando entre casas bajas, se levanta una casa con un sorprendente arco de ladrillo que recorre toda su fachada y que algunos estudiosos han relacionado con la sinagoga que fiso don Simuel. Este templo, mencionado en documentos de 1430 y 1460, era uno de los centros de culto hebreo existentes en el barrio judío de Santo Domingo y dataría del siglo XV.

El inmueble está transformado en casa particular pero sigue llamando la atención el enorme arco que domina su fachada y que no corresponde a un modelo de casa habitual.

4 de Febrero de 1442
Bula Cantate Domino

La bula, famosa por su tesis «No hay salvación fuera de la Iglesia», pedía la conversión de los judíos al cristianismo.

1454
Prédicas antijudías de Alonso de Espina

1462
Capilla de Mosén Rubí: ¿Sinagoga Mayor o Sinagoga de Moçon?

La Capilla de Mosén Rubí desde la calle de Bracamonte

El historiador sobre temas sefardíes, D. A. Halperin, postuló la hipótesis según la cual la actual capilla de Mosén Rubí fue «originariamente construida en 1462, como una gran Sinagoga» y que, posteriormente, ya convertida en iglesia, fue anexada el hospital edificado siguiendo lo recogido en su testamento por María Herrera del 2 de octubre de 1512. María era hija de Diego Martínez de Herrera, judío converso.

La fecha de construcción de una sinagoga en 1462 es muy plausible dado que la prohibición de construir sinagogas arranca de la ley promulgada el 16 de enero de 1465, en tiempos de Enrique IV, un año después de que se acabara de construir el templo. En este caso, tal vez sería la última edificada en España antes de la Expulsión.

Para justificar su teoría, D. A. Halperin afirma que el ejecutor del testamento de Doña María, su sobrino Diego de Bracamonte construyó un hospital de madera y los aposentos de los capellanes adyacentes a un templo ya existente. La capilla proyectada daría cabida a unas 25 personas y, la que nos ocupa, tiene una capacidad mucho mayor. Además, transcribe una misteriosa inscripción existente al interior del templo como la fecha de edificación en relación al calendario judío y anota la existencia de una estrella de David en el frente noroeste del edificio. Por último, la inexistencia de una gran sinagoga como las que existían en Toledo o Segovia, no se entiende en una de las ciudades con mayor población judía de la península.

16 de Enero de 1465
Sentencia de Medina del Campo

contemplaba el apartamiento de judíos en guetos y la humillación de fijar en el atuendo un distintivo para los ciudadanos judíos, la prohibición de llevar jubones y ropajes de seda o desempeñar cargos palaciegos. Enrique IV evitó que la sentencia de Medina se aplicara, provocando con su actitud que fuera depuesto en la llamada farsa de Ávila, cuando la Liga de Nobles, liderada por Juan Pacheco y aliada con los elementos antijudíos de la ciudad, proclamó rey a Alfonso, hermano del monarca, y derogó todas las disposiciones que favorecían a los judíos.

1476
Cortes de Madrigal

las Cortes de Madrigal de 1476 trajeron disposiciones como la retirada de la capacidad de las aljamas para juzgar los pleitos penales y la obligatoriedad de que los judíos lleven una roela bermeja.

1478
Los Reyes Católicos otorgan la Carta a favor de los judíos de Ávila

En 1478 y en Medina del Campo, los Reyes Católicos otorgan su Carta a favor de los judíos de Ávila, que constituye el primer caso de habeas corpus aplicado a una comunidad judía en toda la historia europea:

Cada que ante Vos [...] fuese dada querella de algund judío de esa dicha cibdad por qualquier persona [...] de algund delito que digan aver cometido, no dades contra ellos mandamiento para que los prendan syn primeramente traer información sobreello según e como el derecho lo quiere el manda.

1478
Monasterio de la Encarnación

El monasterio de la Encarnación

El Monasterio de la Encarnación fue fundado como Beaterio en 1478 en unas casas que junto a la Puerta de San Vicente tenía su fundadora Elvira González de Medina. En 1510, siendo priora Doña Beatriz de Guiera, la comunidad se traslada al lugar actual, antes ocupado por un cementerio judío y se convierten en religiosas con votos. En el XVIII se transformó el interior de la iglesia, renovándose los altares y los retablos dentro de una estética barroca.

Este Monasterio es uno de los lugares esenciales de la vida de Teresa de Ávila, donde permaneció casi ininterrumpidamente desde 1535 hasta 1574. Cuando Teresa de Cepeda, sin permiso paterno, ingresa en la Orden del Carmen, el monasterio era uno de los que contaban con más miembros de la ciudad. En La Encarnación recibe los consejos de Francisco de Borja, de Juan de la Cruz y de Pedro de Alcántara y desde aquí se prepara la Reforma del Carmelo.

El Convento alberga un museo teresiano. Una de las obras más sobresalientes es un dibujo realizado por Juan de la Cruz que representa a Cristo en la Cruz.

El Monasterio de la Encarnación fue declarado Monumento Nacional el día 23 de octubre de 1983.

Su inclusión en este elenco de lugares relacionados con los hebreos abulenses está relacionada con la existencia de algunas referencias documentales que aseguran que, en este lugar, se localizaba uno de las necrópolis de esta comunidad.

1480
Las Cortes de Toledo obligan al apartamiento de los judíos de Ávila

A inicios del siglo XIV, la población judía cohabitaba con la cristiana. Inicialmente, los judíos habitaron la zona de la calle del Lomo, hoy de Esteban Domingo. A lo largo de este siglo y durante el siglo XV, los judíos van trasladándose hacia la zona del Mercado Chico, un área muy comercial. Todo cambió con el decreto de 1480 de las Cortes de Toledo, que dictaminaba que vivieran retraídos e apartados. Así se instalaron en una zona delimitada por la calle Vallespín, (antes Rúa de Zapateros), la iglesia de Santo Domingo y el Palacio Polentinos, con la muralla como límite por el sur.

1480 - 1492
Barrio de los Telares

Casas actuales en el Barrio de Telares. Aquí estuvo la sinagoga que acogió las últimas lágrimas de los que partían hacia el destierro, cerca de la Puerta de la Malaventura

Desde finales del siglo XI, los judíos habitaban en diferentes zonas de la ciudad tanto intramuros como en los arrabales inmediatos. Sin embargo, en el último cuarto del siglo XV, se obligó a su segregación en un sector reducido alrededor de la puerta de la Malaventura y la calle Telares. Se producía así la pérdida de derechos básicos de la comunidad hebrea que, con anterioridad, habían sido garantizados por la monarquía y la nobleza. Por ejemplo, en 1442, antes de la formalización del gueto, don Álvaro de Luna había conseguido del rey Juan II que un pueblo tan fiel a la Corona como el judío quedara exento de lo establecido por la Bula del papa Eugenio IV y en 1454, Enrique IV había mejorado, incluso, las condiciones económicas y sociales de los hebreos, autorizando el comercio sin límites entre judíos y cristianos.

En la actualidad, la zona de la calle Telares es un espacio urbano de casas bajas (denominadas molineras) donde se localiza un jardín de plantas aromáticas cuyo nombre, Jardín de Moshé de León, homenajea a este insigne judío que habitó en la ciudad.

1480
Los judíos de Ávila son apartados al Barrio de los Telares

Desde finales del siglo XI, los judíos habitaban en diferentes zonas de la ciudad tanto intramuros como en los arrabales inmediatos. Sin embargo, en el último cuarto del siglo XV, se obligó a su segregación en un sector reducido alrededor de la puerta de la Malaventura y la calle Telares. Se producía así la pérdida de derechos básicos de la comunidad hebrea que, con anterioridad, habían sido garantizados por la monarquía y la nobleza. Por ejemplo, en 1442, antes de la formalización del gueto, don Álvaro de Luna había conseguido del rey Juan II que un pueblo tan fiel a la Corona como el judío quedara exento de lo establecido por la Bula del papa Eugenio IV y en 1454, Enrique IV había mejorado, incluso, las condiciones económicas y sociales de los hebreos, autorizando el comercio sin límites entre judíos y cristianos.

1482
Expropiación de la sinagoga del Lomo

Una Cédula Real expedida en Madrid el 6 de Diciembre de 1495 por los Reyes Católicos recoge que en 1482 el doctor Pedro Sánchez Frías, corregidor de la ciudad, tomó tras el apartamiento de la comunidad hebrea al Barrio de los Telares en cumplimiento del decreto de las Cortes de Toledo de 1480, ciertas sinagogas que los judíos tenían en Ávila. Y como la sinagoga del Lomo, situada junto al monasterio de Santa María de la Encarnación, se encontraba en ruinas y se utilizaba como corral, hicieron a este convento donación del templo a instancias de su priora, doña Catalina del Águila.

1485
Ordenanzas Municipales de Ávila

Las Ordenanzas municipales de la ciudad de 1485 hacían hincapié en la larga trayectoria de tolerancia y buenas relaciones: desoyeron y desestimaron en su texto todo tipo de discriminación vejatoria o de normas ofensivas a los miembros de las minorías religiosas y otorgaron a todos los mismos derechos como ciudadanos:

Ordenamos [...] que estos derechos del suelo paguen los judíos [...] desta cibdad según e por la manera que lo han de pagar los cristianos e de suso se contiene. Quier salgan a la feria quier non [...] [ningún cristiano] se entremeta a prender a los judíos en sus juderías [...] aunque labren y fagan sus labores puertas abiertas en los días de Pascua e Domingos e Fiestas que son de guardar, ni en otras algunas aunque dentro de ellas anden sin señales, e quien lo contrario hiciere caya en la pena.

17 de Diciembre de 1490 - 16 de Noviembre de 1491
El caso del Santo Niño de La Guardia

El caso del Santo Niño de La Guardia es un ejemplo del antisemitismo reinante a finales del XV, para conseguir la unificación religiosa, y que, para algunos historiadores es el detonante de la firma del decreto de expulsión promulgado por los Reyes Católicos.

Benito García, un converso, de quien se sospechaba que robaba hostias consagradas, es detenido. Este confiesa que sigue practicando la religión judía junto a otro converso, Juan de Ocaña, y un judío, Franco de Tembleque. Benito García es trasladado a la cárcel de la Inquisición de Ávila, donde se encuentra preso Yucé Franco, un zapatero judío. En la cárcel, éste confiesa a Antonio de Ávila, un médico judío que se hacía pasar por rabino, que hacía unos años había participado en un crimen ritual en La Guardia (Toledo). Un Viernes Santo se había crucificado a un niño, luego se había mezclado su sangre y su corazón con una hostia consagrada con el fin de provocar mediante brujería una epidemia de rabia en toda la comarca.

Delatado por el rabino, que era un espía de la Inquisición, Yucé Franco se retracta y dice que la historia se la había contado un converso, un tal Alonso Franco. Sometido a tormento vuelve a confesar su participación en el crimen. La Inquisición decide detenerlos a todos y los traslada a la cárcel de Ávila.

El proceso se abrió el 17 de diciembre de 1490 y terminó un año más tarde. A pesar de que no había cadáver y de las continuas contradicciones que se desvelaron en el proceso, el 16 de noviembre de 1491, en un auto de fe celebrado en Ávila, los dos judíos y los tres conversos son condenados a muerte por la Inquisición. Dos de ellos admitieron su culpabilidad y su error en el último momento y fueron agarrotados antes de quemarlos. El resto fueron quemados vivos un poco más tarde.

1 de Mayo de 1492
Llega a Ávila el edicto de expulsión

El 1 de mayo de 1492 llegó a Ávila el edicto de expulsión. Los judíos abulenses vendieron sus propiedades e inmuebles. Sus sinagogas y cementerios y todas las propiedades comunales pasaron a manos del Concejo. La vida local se resintió en todos sus aspectos y fue determinante para el declive de la ciudad que se vio sumida en una crisis socioeconómica que se alargó durante varios siglos.

Agosto de 1511
El Monasterio de la Encarnación se traslada sobre el antiguo cementerio judío

Tradicionalmente se ha considerado que el cementerio Judío de Ávila (o al menos uno de ellos) se situaba en los terrenos donde se construyó el convento de Nuestra Señora de la Encarnación. Las recientes investigaciones arqueológicas han sacado a la luz los enterramientos de la comunidad judía en esta zona. Esta fundación se produce en agosto de 1511 cuando doña Beatriz Guiera (o Yera) adquirió las casas del Pilón de la Mimbre para trasladar a éstas el primitivo convento que se encontraba hasta esa fecha junto a la puerta de San Vicente, junto a la sinagoga del Lomo. Doña Beatriz Guiera compró, literalmente, un Ossario de Judíos que estaba extramuros de la ciudad y allí edificó el convento.

1629 - 1636
Convento de Santa Teresa

Convento de Santa Teresa. Edificado en el siglo XVII sobre el solar que ocupaba la casa natal de Teresa de Jesús

A través de las calles de la Dama, donde perviven los restos del antiguo hospital de Santa Escolástica e Intendente Aizpuru, se accede a la plaza de la Santa (así, con mayúsculas, es como la conocen los abulenses), donde se localiza el convento de la Santa. Esta fundación monástica se levantó sobre la que fue casa natal de Teresa de Jesús, escritora cumbre de la literatura del Siglo de Oro español y de la mística cristiana. Y ello a pesar de su origen converso, ya que estaba emparentada con una familia de cristianos nuevos de Toledo.

Construido entre los años 1629 y 1636, el convento suma a la belleza de su iglesia, magnífico ejemplo del estilo carmelitano, un fascinante Museo de Santa Teresa, instalado en las criptas subterráneas y que contiene piezas todavía poco conocidas por el gran público y de un valor extraordinario.

Al otro lado de la puerta de la Santa, el Centro de Interpretación de la Mística se organiza en cuatro salas, que se corresponden con los tres elementos universales establecidos por santa Catalina de Siena (un espacio para estar con uno mismo, otro para estar con Dios y un tercero para estar con el mundo) más un cuarto identificado con la tradición.

El origen hebreo de Santa Teresa de Jesús o el de San Juan de la Cruz, supuso a ambos algunos problemas al inicio de sus ejercicios religiosos y demuestra como la conversión si fue una opción aceptada por parte de la comunidad hebrea.

2004
Descubrimiento de las Tenerías Medievales

Restos arqueológicos de las tenerías medievales. Entre las tinajas puede observar el empedrado de lo que podría ser una calle

Descubiertas en 2004 entre el puente sobre el río Adaja y la ermita de San Segundo, en un espacio actualmente integrado en el centro de interpretación de la naturaleza de la ciudad, las tenerías medievales nos recuerdan el pasado industrial de la ciudad y, concretamente, de la comunidad hebrea.

Las Antiguas Tenerías del Arrabal de San Segundo constituyen un singular y relevante ejemplo de complejo artesanal dedicado al curtido de las pieles que estuvo en funcionamiento entre el siglo XIV y finales del siglo XVII. Del conjunto de los restos conservados, destaca un considerable número de tinajas aún enteras, así como los noques (piletas en las que se sumergían los tejidos y pieles) e incluso el pavimento de las estancias.

Las tenerías se dedicaban al curtido de pieles y hasta la expulsión de los judíos de España en el siglo XV, estuvieron regentadas por éstos. Mantuvieron su actividad durante tres siglos, hasta mediados o finales del siglo XVII, coincidiendo con una época de crisis económica en España que afectó especialmente a la producción industrial.

Actualmente, estas tenerías (las más espectaculares de las conservadas en la península) permanecen ocultas, protegidas hasta que se ejecute una proyectada musealización y su correspondiente puesta en valor.

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