La belleza y el tipismo de la Judería Vieja de Cáceres, con sus calles estrechas, sus casas encaladas y luminosas y las flores en sus ventanas o en los balcones, sólo es comparable con la nobleza monumental de esta ciudad milenaria: todo un símbolo del arrimo que buscaron siempre las aljamas protectoras de los reyes o de los grandes señores. El recorrido desde la Judería Nueva, al otro lado de la Plaza Mayor, ofrece además la oportunidad de visitar, siguiendo las huellas medievales de sus vecinos hebreos, una buena parte de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.

circa 1100
¿Un antiguo micvé?

Panorámica del posible miqvé. Los baños judíos se sitúan siempre por debajo del nivel de la superficie. Se accede a través de una escalera que lleva hasta el agua misma

En el número 4 de la Cuesta del Marqués se encuentra el Museo Yusuf al Burch, traducción al árabe del nombre de su fundador, José de la Torre, quien excavó en este lugar el aljibe y los baños sobre los que se articula la casa, decorada con el acopio de una buena colección de objetos artísticos que evocan el pasado árabe de la ciudad y en la que se pueden visitar, además del aljibe y los baños, la bodega, el harén, la cocina, una alcoba, el jardín y diferentes salas.

Los baños, vestigios de una instalación privada, se han querido relacionar con el micvé ritual de los judíos, tal vez compartido con los musulmanes, que se asientan en una edificación del siglo XII. Se trata de una fuente de agua natural de manantial, de lluvia o de pozo en cuya pared izquierda puede apreciarse una conducción a través de la que circulaba continuamente el agua proveniente del pozo de la casa. El agua del pozo se mantenía caliente a través de unas calderas que se encontraban debajo del patio de la casa.

No obstante, como ya se ha afirmado, todavía no se ha podido esclarecer si se trata de una construcción islámica o hebrea, es decir, si estamos ante un micvé .

1229
Primeras noticias del asentamiento judío en Cáceres

Se desconoce la fecha exacta en la que los judíos se asientan en Cáceres ya que no poseemos fuentes, ni escritas ni arqueológicas, que afirmen una presencia judía en época romana. Lo que sí parece seguro, ya que así se interpreta de la lectura del Fuero de Cáceres de 1229, es que durante la larga dominación musulmana de la ciudad denominada entonces Hizn Qazris, los hebreos mantuvieron una presencia, incluso cierta relevancia, en la sociedad cacereña.

1229
Prerrogativas judías en el Fuero de Cáceres

El Fuero de Cáceres fue ratificado en 1231 por Fernando III el Santo, y en él se animaba a los judíos, moros y cristianos a habitar la ciudad recién reconquistada. En la confirmación de los derechos y prerrogativas del fuero, el Rey Santo otorgó a Cáceres facultad para organizar y celebrar una feria a finales de abril y quince días primeros de mayo, mercado en el que tanto judíos, como moros y cristianos estaban invitados a participar como repobladores. El Fuero, de hecho, dedica ocho capítulos a los judíos que entonces apenas debían de contar con un centenar largo de vecinos, población que se debió multiplicar en los dos siglos posteriores. El Fuero de Cáceres, además, recogía la facultad que tenían los judíos, gracias a la concesión real, de probar su inocencia jurando sobre la Torá en la sinagoga:

Et fasta I morabedi iure el iudio per paraula. Et de morabedi arriba iure por carta. Dentro ena sinagoga teniendo la Torá enos brazos. Si la Torá non ovieren tengan el libro de los X mandamientos. Et si ita non fecerit por hy caya.

1229 - 1478
Barrio de San Antonio de la Quebrada

La calleja del Moral

La Judería Vieja de Cáceres es una de las zonas más bellas de la ciudad intramuros. Con intervenciones urbanísticas de escasa envergadura a lo largo de los siglos, el actual barrio de San Antonio de la Quebrada conserva hoy gran parte de la estructura y del tipismo que debía tener cuando estuvo poblado por judíos. Sus calles irregulares y abruptas; la blancura humilde de sus casas encaladas; sus flores de estación en balcones y pequeños jardines y la vida cotidiana que alberga crean un extraño contraste con las estructuras severas y monumentales que la coronan, de color ocre de piedra bañada por el sol. Su adaptación a la orografía, al encontrarse en la zona más accidentada de la ciudad amurallada, es una de las características más relevantes de la judería cacereña, donde las calles y las casas forman un conjunto muy variado lleno de rincones, escaleras y espacios caprichosos que sus actuales moradores se han encargado de conservar adornados con flores de estación y plenos de sabor popular.

Las calles de la Judería Vieja de Cáceres tienen marcadas pendientes y cuestas que a veces llevan escalones, ya que constituyen el extremo de mayor dificultad urbanística del suelo de Cáceres intramuros, y esto ha contribuido a que sea un lugar de construcciones pobres, además de que sus espacios intrincados lo alejan de la circulación de los núcleos importantes de la ciudad.

Las viviendas se encuentran adosadas a la muralla y utilizan ésta como muro de la casa, y alguna torre y otros espacios como rudimentarios jardines o improvisadas huertas, integrando la naturaleza y la historia con lo popular, hecho existente ya en el siglo XVIII cuando se permite utilizar la muralla para otros fines, dado que ya no sirve de defensa. Son casas de tamaño reducido, de una planta o planta baja y otra superior, vanos pequeños y anárquicos, puertas la mayoría adinteladas.

1229 - 1470
Antigua Sinagoga (Ermita de San Antonio)

La ermita de San Antonio de la Quebrada, donde estuvo ubicada la sinagoga

La actual ermita de San Antonio ocupa el solar donde antaño estuvo la Sinagoga de la Judería Vieja hasta el año 1470, cuando la aljama, en cumplimiento de la orden de apartamiento, tuvo que ceder el templo a Alfonso Golfín, señor de Torre Arias. Éste decidió derribarla para construir en su solar una ermita bajo la advocación de San Antonio de Padua, que más tarde daría nombre a lo que fue la Judería Vieja. Con posterioridad a estos hechos, un hijo de Pedro de Carvajal, que poseyó propiedades anexas a la sinagoga tras la expulsión, aparece en 1504 como donante a la iglesia de San Antonio:

De un solar que yo tengo e me pertenece a la judería vieja que es en la collacion de señor san Mattheos.

La ermita dio nombre al Barrio y a su calle principal.

La fachada de la ermita pertenece a la calle Barrio de San Antonio y su espalda se apoya en la muralla. Ante su puerta se encuentra un espacio abierto o plazuela que se integra con un pórtico que sobresale de la ermita. El pórtico es de tres arcos, uno frontal y dos laterales de medio punto pero irregulares, tiene tejado inclinado y una bóveda de medio cañón con dos lunetas muy rudas y encaladas. La puerta es adintelada y sobre ella hay un azulejo que lleva la imagen de San Antonio de Padua. En las pilastras hay sillares de granito blanqueados, el resto es mampostería humilde y encalada.

La ermita se transformó en 1661 y en 1975 fue restaurada. Entre 1993 y 1994 la Escuela Taller Municipal remodeló su exterior y se llevaron a cabo mejoras de embellecimiento y conservación en toda la Judería Vieja: se ocultaron cables de luz y teléfono; se retiraron cables de televisión y aparatos de aire acondicionado; se implantaron papeleras y se halló una solución a la recogida de basuras; se repararon grietas, cornisas, balcones, etc. y se protegieron dinteles, jambas y umbrales.

circa 1250
Olivar de la Juderia

El Olivar de la Judería

A través de la Puerta de Mérida, que sale de la Ciudad Monumental y conduce a la Plaza de Santa Clara, que toma el nombre del Convento de las Clarisas, del siglo XVIII, una estrecha calleja conduce hasta la Torre Mochada, una atalaya avanzada del siglo XIII, macizada con tapial, que reforzaba las defensas de la ciudad en tiempos todavía inestables, y que hoy ha sido consolidada y recuperada como parte de la ciudad medieval. Rodeándola por los jardines que se abren a sus pies, se llega hasta el conocido como Olivar de la Judería, un recóndito jardín que perteneció a alguna de las casas hebreas situadas en este extremo de la ciudad.

1313
Sínodo de Zamora

El Sínodo de Zamora, de 1313, impuso la opinión de los sectores más radicales de la Iglesia resucitando las prescripciones del concilio de Letrán, prohibía a los judíos ser médicos de cristianos, excluía a los judíos de los cargos públicos y los obligaba a llevar en el vestido una señal indicativa de su condición.

1388
Concilio de Palencia

en 1388 el concilio de Palencia establece el apartamiento de judíos y moros en sus propias barriadas, obligándoles a dormir allí aunque se les permitiera tener sus negocios en otros lugares de la ciudad.

circa 1450
Plaza Mayor

La Plaza Mayor, con el arco de la Estrella y la torre de Bujaco en primer plano

La Plaza Mayor, antesala de la espectacular Ciudad Monumental que guarda Cáceres en el interior de sus murallas, simboliza la frontera entre la Judería Vieja y la Judería Nueva, entre el tradicional emplazamiento hebreo intramuros, en la parte más abrupta de la urbe romana y medieval, y los nuevos aires del siglo XV, en una expansión de la ciudad de la que al final los judíos se terminarían viendo excluidos.

Punto de encuentro, lugar de tránsito entre el bullicio de la ciudad nueva y el recogimiento de la antigua, la Plaza Mayor se abre al recinto amurallado a través de las escalinatas que suben hasta el Arco de la Estrella, enmarcadas por la ermita dieciochesca de la Paz, a la izquierda y por la torre de los Púlpitos, del siglo XV, a la derecha.

1474
Cáceres aparece descrita por primera vez como aljama

La comunidad judía de Cáceres aparece descrita como aljama en 1474, en el Repartimiento hecho a los judíos por el Rabí Jacob Aben Núñez, el juez mayor de los judíos en tiempos de Enrique IV de Trastámara. El cuantioso tributo aportado al erario real, 8.200 maravedíes, situaba a la aljama de Cáceres entre las cinco primeras de Castilla.

1477
Los judíos de Cáceres solicitan equidad en el pago de impuestos

En la plaza de Pereros, una placa recuerda que los judíos recurrieron en 1477 a la reina Isabel para pedirle mayor equidad en el reparto de las cargas municipales, siendo atendida su petición en un momento en el que había 130 familias judías en una población total de 8.000 habitantes.

1478 - 1492
Judería Nueva

Arco de entrada a la Plaza Mayor en la calle Paneras

La Judería Nueva surge a partir del decreto de 1478 en el que se ordena reunir a todos los judíos cacereños en un único barrio, fuera de la ciudad amurallada. El entorno elegido para esta nueva judería será el cuadrado delimitado por las actuales calle General Ezponda, plaza de la Concepción, calle Paneras y plaza Mayor, con la calle de la Cruz como eje principal de la misma. Algo queda todavía en la calle de la Cruz, llamada durante largo tiempo calle de la Judería, del ambiente de aquel nuevo barrio judío, que existió como tal durante apenas catorce años, si bien algunos de sus pobladores siguieron vinculados a la zona durante más tiempo, ya como cristianos nuevos.

1478 - 1492
Antigua Sinagoga de la Judería Nueva (Palacio de la Isla)

Fachada del Palacio de la Isla

El Palacio de la Isla, construido en el siglo XVI, ocupa actualmente el espacio donde estuvo ubicada la sinagoga de la Judería Nueva, que algunos localizan en uno de los salones del conjunto palaciego. Las estrellas de David del patio, conmemorativas de la presencia judía en este entorno, y la pila con inscripciones en hebreo, son algunos de los elementos que siguen recordando esta última etapa del colectivo hebraico cacereño en la víspera de su expulsión.

El palacio, que es una verdadera joya renancentista, evoca también en sus escudos e inscripciones a la famlia fundadora, los Blázquez-Mogollón, quienes dejaron escritos en la piedra los lemas moderata durant nobilitat animus non acta parentum o el clásico uanitas uanitatum et omnia uanitas, como defensa de su linaje frente a una rama local de la familia que se negaba a reconocerlo. El nombre del palacio, sin embargo, se debe a los que fueron sus propietarios en el siglo XVIII, los marqueses de la Isla. Después de haber servido hasta 1983 como sede de la Biblioteca del Estado y del Archivo Provincial, tras una reciente remodelación su nuevo uso es el de Archivo Histórico Municipal y centro cultural de usos múltiples.

1479
130 hogares judíos en Cáceres

Frente a la ausencia de datos en este año de 1479 se reseña la existencia de 130 hogares o núcleos familiares, lo que podría suponer unas 650 personas frente a los ocho o diez mil habitantes que debía tener la ciudad entonces.

circa 1520
Se levanta el Palacio de la Isla sobre la sinagoga nueva de Cáceres

El Palacio de la Isla, construido en el siglo XVI, ocupa actualmente el espacio donde estuvo ubicada la sinagoga de la Judería Nueva, que algunos localizan en uno de los salones del conjunto palaciego. Las estrellas de David del patio, conmemorativas de la presencia judía en este entorno, y la pila con inscripciones en hebreo, son algunos de los elementos que siguen recordando esta última etapa del colectivo hebraico cacereño en la víspera de su expulsión.

1996
Descubrimiento de la yad de Plasencia

La yad, literalmente la mano, es un puntero ritual que se utiliza para seguir la lectura del texto de la Torá. Este puntero, que actualmente se encuentra en el Museo de Cáceres, fue hallado en las excavaciones del Parador de Plasencia en 1996.

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