La visita a la judería de Córdoba permite seguir un recorrido lleno de encanto y magia que, fuera de los circuitos convencionales, va descubriendo a su paso rincones que guardan intacta la memoria medieval de la ciudad de las tres culturas. La calle Judíos, donde se suceden la sinagoga, la casa de Sefarad, el zoco y la plaza Tiberiades, constituye el núcleo esencial de una visita que reconstruye a la perfección la historia de la comunidad en la que nació un personaje de proyección universal como Maimónides, o en la que brillaron algunos de los judíos más ilustres de su tiempo, como el jiennense Hasday ibn Shaprut o los tudelanos Yehuda ha-Leví o Abraham ibn Ezrá.

711
Los judíos de Córdoba apoyan la conquista musulmana

la sucesión de medidas restrictivas de los visigodos sobre todo a partir de la conversión al cristianismo de Recaredo, en el 589, propició que los judíos apoyaran abiertamente la conquista musulmana de 711, produciéndose a partir de ese momento la llamada Edad de Oro del Judaísmo Español, donde las academias rabínicas de Córdoba tuvieron tanto renombre como poder los ministros judíos de los califas.

716
Córdoba, capital del Emirato dependiente de Damasco

En 716, la Qurtuba islámica se constituye como centro administrativo de Al-Ándalus, gobernada por un Emir dependiente de Damasco y el centro de poder se instala en el palacio visigodo, cercano a donde hoy está el Alcázar de los Reyes Cristianos.

756
Abd al-Rahman proclama el Emirato independiente de Al-Ándalus

La llegada del omeya Abd al-Rahman I, el Inmigrado, el Desheredado, unió a los bandos descontentos con la política imperante y a los seguidores del futuro emir. En el año 756 se produce la toma de Córdoba y la proclamación de la misma como capital del emirato independiente de Al-Ándalus.

845
Lápida de Yehudá Bar Akon

Lápida de Yehudá Bar Akon, encontrada en el Zumbacón

El Museo Arqueológico conserva la única lápida funeraria hebrea encontrada hasta el momento en la ciudad de Córdoba, referente al judío Yehudá bar Akon, sin duda un importante personaje, que murió en Córdoba a mediados del siglo IX.

Aparecida en el barrio de Zumbacón en el transcurso de una excavación de urgencia y fechada en el año 845, esta pieza es de una importancia extraordinaria, al ser el único resto material conocido hasta ahora que documenta la aljama judía cordobesa durante el gobierno de los emires omeyas. Es, asimismo, la lápida funeraria hebrea más antigua hallada en España, junto con la lápida trilingüe de Tortosa. La pieza se encuentra completa y su texto, escrito en hebreo, recoge el nombre del fallecido, el año del defunción y una oración sobre una base de mármol blanco-amarillento de 21 cm. de altura, 32 cm. de anchura y 2’5 cm. de espesor.

La lápida está realizada sobre una pieza reaprovechada. Originariamente era un arquitrabe romano parietal, pues conserva restos de molduras en el reverso. El texto, escrito en hebreo, está labrado en relieve, con la misma técnica que se utilizaba para las inscripciones en árabe cúfico. Gracias a José Ramón Ayaso Martínez podemos disfrutar de su traducción:

Ésta es la sepultura de Yehudá
hijo de Rabí Akon, de bendita memoria,
su espíritu esté con los justos.
Murió el viernes tres
de Kislev del año [4]606 (6 de noviembre de 845 d.C.).
Descanse su alma en el haz de los vivientes.

Tras el descubrimiento de esta importante pieza, Isabel Larrea y Enrique Hiedra realizaron una investigación publicada en los Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa (2010) y en la que relacionan la lápida de Zumbacón con la necrópolis hebrea aparecida en las inmediaciones de los Santos Pintados (actual glorieta de Los Almogávares).

circa 890
Cipo funerario en la iglesia de San Miguel

Cipo funerario en la iglesia de San Miguel

Junto a la puerta de Osario, llamada Bab al-Yahud (Puerta de los Judíos) antes de la conquista cristiana, se encuentra la iglesia de San Miguel, en cuyo interior se ha localizado una inscripción hebrea. La inscripción es un cipo funerario procedente del desaparecido cementerio judío de Córdoba de época emiral y califal, reutilizado en la construcción del templo y situado en el ábside central, el del presbiterio, en el lado del Evangelio.

Pese a la dificultad de lectura por el deterioro de la pieza, según el experto Jordi Casanovas, la inscripción, de sólo tres líneas, viene a decir:

Meir hijo de rabí G..... descanse su alma en el haz de los vivientes.

La inscripción del cipo comparte la fórmula funeraria final de la lápida de Zumbacón; descanse su alma en el haz de los vivientes. Esta fórmula, la más sencilla y antigua, tan sólo había aparecido hasta entonces en otras dos inscripciones hebreas de la península; la lápida trilingüe de Tortosa (siglo VI) y la lápida de Calatayud (circa 919).

La aparición de la lápida de Zumbacón con la misma fórmula y probablemente procedente del mismo cementerio, fechada en el 845, quizá sirva para datar el cipo entre los siglos IX y X. En cualquier caso, la cronología tan baja de ambas piezas hace improbable que ninguna de ellas perteneciera al fonsario de Huerta del Rey, asociado a la ocupación judía de la Judería que hoy conocemos, de la que sólo tenemos constancia en época bajomedieval cristiana, y seguramente debían haberse colocado en el desaparecido cementerio judío de época emiral y califal.

circa 910 - 975
Hasday ibn Shaprut

Hasday ibn Shaprut fue uno de los personajes más singulares de la corte de Abderramán III, médico y hombre de confianza del califa, nacido en Jaén en el 910 y nombrado por él nasir o jefe de las comunidades judías de Al-Ándalus, cargo que compatibilizó con otros como el de ministro o jefe de protocolo. Diplomático, escritor, hombre de gran fortuna y verdadero mecenas de poetas, filósofos, gramáticos y científicos, Ibn Shaprut actuó como un verdadero ministro de asuntos exteriores del califato y fue uno de los grandes impulsores de la época dorada de la cultura judía andalusí. Murió en Córdoba alrededor de 975.

929
Abd al-Rahman III proclama el Califato de Córdoba

el mayor auge de la Qurtuba musulmana vino de la mano de Abd al-Rahman III, quien en el año 929 se hace con el título de califa y proclama a Córdoba como la capital del califato independiente de Damasco, sede religiosa, política y administrativa de todo el reino islámico occidental.

circa 949
Hasday ibn Shaprut es nombrado Nasí de Al-Ándalus

Como ministro de finanzas del califato y diestro diplomático, Ibn Shaprut se convirtió en mecenas y protector de la actividad intelectual de sabios como Dunash ben Labrat, talmudista venido del norte de África, y de su rival, Menahem ibn Sharuk. Al gran ministro judío se debió la llegada a la ciudad de la orgullosa doña Toda, reina de Navarra con su rico cortejo, pidiendo al califa protección y ayuda. Hasday, que se había rodeado de un equipo de sabios, poetas y gramáticos, fundó en Córdoba una escuela independiente del gaonato, estableció el estudio del Talmud en la península que se alzó con el liderazgo intelectual del judaísmo a escala mundial y se convirtió en la sede del saber judío.

951
Máximo esplendor del Califato de Córdoba

Con Al-Hakam II, impulsor de la universidad cordobesa y del saber, los judíos alcanzaron la cota más alta en el ámbito del saber y la educación. En las escuelas cordobesas, creadas por los califas, judíos y musulmanes recibían instrucción sobre filosofía, gramática, botánica, matemáticas y música. Los judíos gozaban de privilegios similares a los disfrutados por los musulmanes, luchaban en los mismos ejércitos y ostentaban cargos gubernamentales.

Abril de 1013
Suleimán saquea la judería de Córdoba

Un año antes de la muerte del gran rabino Hanok, en 1013, la guerra civil se cebó con Córdoba tras la muerte de Hisam II. El rey bereber Suleimán se alió con el conde Sancho de Castilla para atacar la ciudad mientras Wadhih envió a sus ricos amigos judíos que se trasladaran a Barcelona para conseguir ayuda y una alianza con el conde Ramon Borrell III. Cuando Suleimán entró en Córdoba, saqueó la judería y quemó casas y negocios. Las familias judías más poderosas de Córdoba fueron reducidas a la miseria y muchos optaron por el exilio.

1013 - 1103
Isaac Al-Fasi

Isaac ben Jacob Al-Fasi (1013-1103) nació y pasó la mayor parte de su vida cerca de la ciudad de Fez, de ahí su sobrenombre. Por circunstancias tuvo que exiliarse a Córdoba en 1088 y al año siguiente lo encontramos en Lucena. Se convirtió en nasí de la comunidad judía en Lucena y fundó una reputada academia talmúdica, despertando un renacimiento de los estudios talmúdicos en España.

Su codificación del Talmud llamada Sefer Ha-halachot (Libro de las leyes), trata sobre la Halajá y está a la misma altura que las obras de Maimónides y Yosef Caro. Fue concluyente en el establecimiento de la supremacía del Talmud babilónico sobre el Talmud palestino.

1070 - 1141
Yehudá ha-Leví

Yehuda Ha Leví (1070-1141) es el príncipe de los poetas hebraico-andaluces, según frase de Menéndez Pidal. Cultivó todos los géneros poéticos: panegíricos, poemas de amistad y amorosos, nupciales, moaxajas, elegías, etc. Su carácter afable le atraería la amistad de los hombres de letras más ilustres de la sociedad judaica-española, con los que intercambió cartas de poesías. Abraham ibn Ezrá pudo ser su consuegro.

En su poesía está presente sus esperanzas mesiánicas y la idea de que la redención del pueblo judío pasaba por su retorno a la tierra prometida:

Mi corazón está en Oriente mientras que yo resido
en el extremo Occidente.

Su obra tiende con los años hacia lafilosofía y la apología del judaísmo. El Kuzari se considera su obra cumbre. Escrita en forma de diálogo y en árabe, fue traducida al hebreo y en el siglo XVII al castellano. Desde los círculos cabalistas y antirracionalistas se convierte en el referente de la conciencia nacional del pueblo judío en el exilio.

En 1141, con casi setenta años y tras haber vivido en Córdoba durante algunos años, muere rumbo a Alejandría sin que sepamos si pudo llegar a Jerusalén.

circa 1089 - 1167
Abraham ibn Ezrá

Abraham Ibn Ezrá (c. 1089-1167), vive durante su juventud en al-Andalus (en Córdoba, Sevilla y Lucena) donde se forma en la cultura judía en árabe.

Hacia 1140 decide abandonar Sefarad para viajar por el Norte de África, probablemente en compañía de Yehudá ha-Leví, y Europa. Se convierte así en un sabio errante, bien acogido por un saber que va transmitiendo a las comunidades que visita: las de Beziers y Narbona en Francia, Roma, Inglaterra, etc.

No sabemos si regresó a Sefarad o muere en algún país europeo. Pero su figura polifacética deja una profunda huella en toda la vida intelectual de los judíos de Europa. Sus comentarios bíblicos se cuentan entre los más apreciados en el mundo judío; sus gramáticas son una síntesis vulgarizadora del saber filológico del siglo XI andalusí al que hasta entonces no se había podido acceder por desconocimiento del árabe e introdujo en Occidente losconceptos matemáticos de las fracciones y los decimales.

Murió hacia 1167, según algunos historiadores en Calahorra. Tal fue su fama, que uno de los cráteres de la luna, de 42 kilómetros de diámetro, lleva actualmente su nombre: Abenezrá.

1091
Los almorávides conquistan Córdoba

Los primeros años de dominio almohade continuaron con la inestabilidad que se dio durante el período almorávide, por lo que Al-Ándalus continuó fortaleciéndose militarmente.

1110 - 1180
Abraham ibn Daud

Aunque superado por Maimónides, Abraham ibn Daud (1110-1180) es el verdadero padre del pensamiento judío racionalista. Filósofo e historiador, fue famoso por introducir el pensamiento aristotélico dentro del conocimiento del judaísmo, siendo el primer pensador judío partidario del racionalismo de Aristóteles, antes de Maimónides. Hasta entonces los judíos habían tendido al neoplatonismo, como es el caso de Ibn Gabirol.

De su vida sabemos que, al igual que muchos otros judíos —entre ellos Maimónides y su familia—, huyó de la ciudad tras la invasión de los intolerantes almohades en 1148 y se refugió en Toledo. Allí escribió en árabe en 1160 su obra filosófica Al-Akidah al-Rafiyah (La fe sublime), que posteriormente fue traducida al hebreo, y alrededor de 1161 su obra más famosa, Sefer ha-Cabalá (Libro de la tradición), una detallada lista de las generaciones de líderes espirituales judíos, desde Moisés a los rabinos coetáneos.

Murió en Toledo en 1180. En 2010 se celebró el noveno centenario de su nacimiento.

30 de Marzo de 1135 - 13 de Diciembre de 1204
Moshé ben Maimón, Maimónides

Moshé ben Maimón, más conocido como Maimónides, o también por su iniciales hebreas, que forman el nombre de Rambam, nació en Córdoba el 30 de marzo de 1135. Maimónides era hijo del rabino Maión ben Yosef, con quien se inició en el estudio de la Torá; después aprendería matemáticas, astronomía, física y filosofía. Huido de Córdoba a causa de la presión de los almohades, llegó en 1171 a El Cairo, donde se instaló como médico de la corte de Saladino, y enseguida alcanzó el cargo de ra'is al-Yahud o jefe de la comunidad hebrea. En la capital egipcia escribiría sus Régimen de salud, Comentarios a los aforismos de Hipócrates, Comentarios a la Misná y Carta al Yemen, así como sus dos obras más famosas: el tratado legal Mishneh Torá (Segunda Ley) y la Moré Nebujim (Guía de perplejos), escrita en árabe y traducida después al hebreo. Murió en El Cairo en el 13 de diciembre de 1204.

30 de Junio de 1236
Fernando III conquista Córdoba

En junio de 1236, las tropas cristianas de Fernando III el Santo conquistan la ciudad, encontrándose un lugar sumido en la decadencia tras el mandato almohade. Tras la conquista, los musulmanes salieron libres, llevando consigo sus propiedades y sirvientes pero perdiendo sus bienes inmuebles (casas y tierras) que serían donados y repartidos entre conquistadores y pobladores. El 30 de junio, Fernando III, rodeado de la nobleza y de todo el pueblo, hizo su entrada solemne a la ciudad.

1236
Los judíos se instalan en el Alcázar Viejo

El barrio del Alcázar Viejo era el lugar donde se establecieron los judios tras la conquista cristiana de la ciudad, en 1236.

1260
Los judíos se instalan en diferentes zonas de la ciudad

a partir de 1260, algunos judíos se instalan en zonas próximas y, posteriormente, en lugares comerciales dentro del barrio de San Salvador, donde se asienta hoy el Ayuntamiento, y de San Andrés, junto a la parroquia de San Nicolás de la Axerquía, en la Ribera, e incluso al norte de la ciudad en los alrededores de la Puerta del Osario, el campo de la Merced y el barrio de Santa Marina, lo que muestra que se podían mover con facilidad por la ciudad.

1272 - 1492
La Judería

La Judería. Calle Deanes

El barrio de la Judería presenta desde el punto de vista urbanístico el típico trazado islámico con dos calles transversales centrales y un laberinto de pequeñas calzadas que acaban, a veces, en típicos callejones sin salida o adarves. Los límites de la judería actual van desde la Puerta de Almodóvar hasta la Mezquita-Catedral y el Palacio Episcopal (antiguo alcázar andalusí), al sur. La calle Rey Heredia marcaba la frontera del barrio por el este, lindando con la muralla por el oeste. Coinciden estos límites, por tanto, a grandes trazos con las calles Judíos, Albucasis, Manríquez, Averroes, Judería, Almanzor, Tomás Conde, Deanes, Romero y las plazas del Cardenal Salazar, Judá Leví y Maimónides.

El actual barrio de la judería se separó del resto de la ciudad por un recinto amurallado que aislaba a sus habitantes, al tiempo que los protegía de las iras de los cristianos. Sabemos que una de las puertas de este recinto era la del Malburguete, ubicada frente a la Mezquita-Catedral, al inicio de la actual calle Judería. Pero no todos los judíos habitaban en este barrio. Reducidos al principio a éste, muy pronto, a partir de 1260, algunos judíos se instalan en zonas próximas y, posteriormente, en lugares comerciales dentro del barrio de San Salvador, donde se asienta hoy el Ayuntamiento, y de San Andrés, junto a la parroquia de San Nicolás de la Axerquía, en la Ribera, e incluso al norte de la ciudad en los alrededores de la Puerta del Osario, el campo de la Merced y el barrio de Santa Marina, lo que muestra que se podían mover con facilidad por la ciudad. A lo largo de los siglos, los sefarditas también vivieron en otras zonas de la ciudad. Más tarde, Alfonso X el Sabio ordenó en 1272 cerrar el barrio de la Judería, obligando a los judíos a vivir dentro del mismo y creando con ello la Judería entorno a la Mezquita que hoy conocemos.

1272
Alfonso X obliga a los judíos a vivir en la Judería

Alfonso X el Sabio ordenó en 1272 cerrar el barrio de la Judería, obligando a los judíos a vivir dentro del mismo y creando con ello la Judería entorno a la Mezquita que hoy conocemos.

1315 - 1492
Sinagoga

Interior de la sinagoga

Situada en el número 20 de la calle Judíos, la sinagoga es, sin duda, el edificio más importante de la judería cordobesa. Fechado en el año 5075 del calendario hebreo, es decir, en el 1315 de la era cristiana, el templo se construyó bajo el reinado de Alfonso VI, como agradecimiento de éste hacia los judíos por su colaboración en la victoria de la batalla del Salado frente a los musulmanes. La obra la terminó Isaac Moheb, como reza la inscripción fundacional.

Un pequeño patio antecede la entrada al vestíbulo, desde el que se abre el acceso a la sala de oración y a las escaleras que conducen a la tribuna de las mujeres, en el piso superior. En la primera, un amplio zócalo de piedra precede a la preciosista decoración de atauriques de las cuatro paredes; en el muro oriental destaca el espacio central, presidido por una menorá que ocupa el lugar donde se colocaba el rabino que dirigía la ceremonia, y a su derecha se conserva, en ladrillo, el armario para guardar el Arón Akodesh o arca sagrada, en cuyo interior se custodiaban los rollos de la Torá; en el muro sur, la tribuna se abre a través de tres magníficas ventanas.

Tras la expulsión de los judíos, el conjunto de la sinagoga, que incluía el anejo centro de estudios talmúdicos, pasó a ser hospital para hidrófobos, transformándose la sala de oración en capilla de Santa Quiteria.En 1588 el inmueble pasó a manos de la hermandad de los zapateros, gremio en el que se incluían buena parte de los cristianos nuevos de origen judío, y en el siglo XIX la techumbre fue sustituida por una bóveda de cañón y las yeserías recubiertas con estuco.En 1884 el capellán Mariano Párraga, junto con el académico Rafael Romero Barros (padre del pintor Julio Romero de Torres), descubrió las yeserías originales, y en 1885, tras ser declarada Monumento Nacional, comenzó un cuidadoso proceso de recuperación que ha permitido devolverle una buena parte de su esplendor original.

1327
Alcázar de los Reyes Cristianos

El Alcázar de los Reyes Cristianos

El Alcázar de los Reyes Cristianos fue construido por Alfonso XI el Justiciero en 1327 sobre parte del antiguo palacio califal andalusí, destinándose a residencia real y confiriéndole la fisonomía de castillo con la que ha llegado a nuestros días. En el Alcázar se instaló la sede de la Inquisición en 1492, junto al castillo de los Judíos, uno de los emplazamientos tradicionales del colectivo hebreo tras la entrada en la ciudad del rey Fernando III el Santo, en 1236.

El alcázar fue residencia real durante los siglos XIV y XV, y a partir de 1482 se convirtió en cuartel general del ejército de los Reyes Católicos para la conquista del reino de Granada. Aquí recibieron Isabel y Fernando a Cristóbal Colón, y aquí estuvieron constantemente hasta la toma de Granada, cuando cedieron el alcázar a la Inquisición. El Santo Tribunal, que transformó en mazmorras una buena parte de las estancias palaciegas, permaneció en esta sede hasta 1812, fecha en que las Cortes de Cádiz lo abolieron.

1369
Torre de la Calahorra

La Torre de la Calahorra

Junto al extremo sur del Puente Romano, se halla la torre de La Calahorra, fortaleza de origen islámico, que constaba de dos torres unidas por un arco que permitía el acceso a la ciudad. El edificio se conserva actualmente (con ligerísimas modificaciones) tal como fue alzado y realizado en 1369, por orden del rey Enrique II, sobre la fortificación de los musulmanes. Este monarca llevó a cabo la reforma del edificio para reforzar la defensa de la ciudad, decidida partidaria suya en su larga contienda con su hermano, el rey Pedro I el Cruel, cuyos ejércitos (y los de sus aliados musulmanes) fueron vencidos por los cordobeses en la batalla del Campo de la Verdad, inmediato a la fortaleza.

Declarada monumento histórico-artístico en 1931, restaurada y acondicionada en 1954, la torre de la Calahorra fue cedida al Instituto para el Diálogo de las Culturas, que instaló en ella un museo audiovisual con técnicas modernas de audio-guía. El Museo de las Tres Culturas consta de 14 salas y presenta una panorámica cultural del apogeo medieval de Córdoba entre los siglos IX al XIII, basado en la mutua fecundación de las culturas musulmana, cristiana y judía. Una de las salas del museo está dedicada a Maimónides. Cuenta, además, con una reproducción del Astrolabio de Azarquiel y una representación de los ritos que se oficiaban en la Sinagoga.

1399
Se crea la colación de San Bartolomé

Tras las matanzas de 1391, los pocos judíos que consiguieron salir con vida, tuvieron que convertirse al cristianismo, mientras veían cómo su sinagoga pasaba a tener una función hospitalaria católica y cómo los asaltantes se apoderaban de sus casas y demás pertenencias. Así, en 1399, se hace necesario repoblar este barrio, creándose una nueva colación, la de San Bartolomé, que estará presidida por la Capilla Mudéjar del mismo nombre.

1399 - 1410
Capilla de San Bartolomé

Entrada a la capilla de San Bartolomé, en la calle Averroes

En la esquina de la calle Averroes y Cardenal Salazar, la capilla de San Bartolomé ilustra la instalación en plena judería de una nueva parroquia de conversos a partir del asalto de 1391, cuando los hebreos que decidieron seguir fieles a la ley de Moisés fueron apartados al reducto del Alcázar Viejo.

Levantada posiblemente sobre una anterior mezquita, entre 1399 y 1410, la capilla constituye un espléndido ejemplo del estilo gótico-mudéjar. El conjunto consta de una nave rectangular con bóveda de crucería que aún conserva un zócalo de azulejos y yeserías originales, recientemente restaurados; tiene, además, un patio paralelo a la nave de la capilla con fachada a la calle. En la fachada se puede apreciar un arco ojival y un pórtico de tres arcos, mientras que el tejado está cubierto por teja de cerámica árabe.

Actualmente está integrada en el conjunto de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba. La calle del Cardenal Salazar conduce hasta la plaza del mismo nombre, por donde se accede a las dependencia de la Universidad, en un edificio que funcionó anteriormente como Hospital Provincial de Agudos.

1406
Nuevos ataques a la judería

Como consecuencia de estos hechos, Enrique III el Doliente impuso una multa de 40.000 doblones a la ciudad de Córdoba, de los que sólo una tercera parte fue satisfecha ya que la muerte sorprendió al rey. Tras esta nueva matanza, muchos judíos se establecieron en Granada.

Marzo de 1473
Asalto a la Judería de Córdoba

Durante la Semana Santa de 1473 se produjo un incidente que acabó con el asalto de la Judería de Córdoba.

Según se cuenta, al llegar la procesión de la Hermandad de la Caridad a la calle de la Herrería –que hoy forma parte de la calle Cardenal González– , una mujer arrojó desde la casa de un converso agua que fue a caer a la imagen de la Virgen, propagándose la noticia de que eran aguas menores lanzadas como desprecio a la fe católica.

Los Hermanos de la Caridad, creyendo que los sefarditas habían instigado a la mujer para cometer aquel sacrilegio, asaltaron la Judería, comandados por Alonso Rodríguez, herrero del barrio de San Lorenzo, A su paso, asesinaron a cuantas personas encontraron e incendiaron sus hogares. El caballero Alonso de Aguilar, hermano del Gran Capitán, llegó al Rastro al frente de algunos de sus hombres, y ordenó a Alonso Rodríguez detener la matanza. Lejos de obedecer, el herrero ofendió a Alonso de Aguilar, quien arremetió contra él y lo mató.

La muerte de Alonso Rodríguez empeoró la situación y el motín duró cuatro días, hasta que Alonso de Aguilar, que se hallaba refugiado en el Alcázar, salió a las calles y ofreció a los judíos perdón por los crímenes. La Hermandad de la Caridad, comprendiendo que había alentado el conflicto promovido por el herrero Alonso Rodríguez, acordó perpetuar la memoria de Alonso de Aguilar colocando una Cruz en el Rastro.

1478 - 79 de de 16-0
Los judíos son trasladados al Alcázar Viejo

La calle de Enmedio. El antiguo Alcázar Viejo

El barrio del Alcázar Viejo era el lugar donde se establecieron los judios tras la conquista cristiana de la ciudad, en 1236. Ya en el siglo XV, el corregidor Francisco Valdés volvió a trasladar a los judíos hasta el barrio del Alcázar Viejo en 1478. Sin embargo, la comunidad judía reclamó ante el Rey Católico y logró volver a su antiguo recinto un año más tarde. La provisión de Fernando el Católico del 16 de mayo de 1479 dice así:

Fué acordado que los dichos judios se quedasen en la judería donde estaban é que se pusiesen dos puertas en los dichos arcos porque estuviesen mas apartados e cerrados; e habiendo el dicho Corregidor avenido las dichas puertas en siete mil maravedis, y estando lo sobredicho en este estado, que vos el dicho Francisco de Valdés, mi Corregidor, movido por inducimiento de algunas personas habeis mandado so ciertas penas que los dichos judíos dejen sus casas, e judería, e sinoga, é que se pasen á vevir al Alcazar viejo donde vos el dicho Corregidor estais; en lo cual diz que ellos son muy agraviados, porque ellos estando, como están, apartados, no se les debe mandar dejar sus casas é judería é sinoga, é ir a comprar otras casas é facer otra sinoga de nuevo en otra parte, siendo, como es, el lugar donde estan conviniente para ello, porque ellos, perderán toda su facienda, é no tenian con que se sostener, ni tienen con que facer nin comprar casas é sinoga de nuevo; por su parte me fue suplicado y pedido por merced que sobre ello les proveyese como la mi merced fuese. [...] Por que vos mando que, luego que con ella furedes requeridos, fagais poner en los dichos arcos viejos, que estan á la entrada de la dicha judería sus puertas con que se cierren y se abran; y si viéredes que otras puertas se deben poner, las fagais poner; é no les constringades ni apremiedes á que se hayan de ir a vivir á otras partes algunas, ni que se hayan de apartar al dicho Alcázar viejo. [...] Nin les fagais nin consintais que les fagan mal, ni danno, nin otro desaguisado alguno en sus personas, ni en sus bienes, como no deben; ca yo por esta mi carta tomo á los judíos so mi guarda é amparo é defendimiento real.

1492
La Inquisición se instala en el Alcázar

En el Alcázar se instaló la sede de la Inquisición en 1492, junto al castillo de los Judíos, uno de los emplazamientos tradicionales del colectivo hebreo tras la entrada en la ciudad del rey Fernando III el Santo, en 1236.

1492 - 1588
La sinagoga pasa a ser un hospital

Tras la expulsión de los judíos, el conjunto de la sinagoga, que incluía el anejo centro de estudios talmúdicos, pasó a ser hospital para hidrófobos, transformándose la sala de oración en capilla de Santa Quiteria.

1588
El inmueble de la sinagoga pasa al gremio de zapateros

En 1588 el inmueble pasó a manos de la hermandad de los zapateros, gremio en el que se incluían buena parte de los cristianos nuevos de origen judío, y en el siglo XIX la techumbre fue sustituida por una bóveda de cañón y las yeserías recubiertas con estuco.

1884
Se descubren las yeserías de la sinagoga de Córdoba

En 1884 el capellán Mariano Párraga, junto con el académico Rafael Romero Barros (padre del pintor Julio Romero de Torres), descubrió las yeserías originales, y en 1885, tras ser declarada Monumento Nacional, comenzó un cuidadoso proceso de recuperación que ha permitido devolverle una buena parte de su esplendor original.

circa 1930
Se localiza un cementerio judío frente a la Puerta de Sevilla

Miniatura de la Hagadá de Sarajevo

Tradicionalmente el Fonsario o cementerio judío se ha situado extramuros, en la antigua Huerta del Rey, cerca de la Puerta de Almodóvar y la moderna avenida de Doctor Fleming, pero su existencia no ha podido ser corroborada arqueológicamente.

Un cementerio hebreo sí que fue localizado en las excavaciones realizadas por Enrique Romero de Torres hacia 1930 y una segunda excavación realizada por José Andrés Vázquez en 1934, que encontró enterramientos hebreos en un montículo situado entre la Puerta de Sevilla y el cementerio moderno de Nuestra Señora de la Salud.

José Andrés Vázquez encontró veinte sepulturas de forma trapezoidal orientadas a levante; algunas de ellas formadas con sillarejos de piedra franca con cuñas de tejas y ladrillos árabes fragmentados, y cubiertas con grandes sillares labrados de piedra semejante. Entre estas sepulturas se encontraron dos unidas con rosca de ladrillo en forma de bóveda y también en dirección a oriente. Junto a los restos humanos que contenían estas tumbas se hallaron numerosos clavos algunos de ellos con adherencias de madera. Alrededor de las tumbas había trozos de cerámica mudéjar.

Tiempo después, Romero de Torres retomará los trabajos de excavación unos veinte metros más arriba del lugar donde realizó los anteriores hallazgos. En esta ocasión se excavaron unos cuarenta y dos sepulcros de tipo idéntico a los anteriores, igual orientación y los mismos materiales constructivos. Otras sepulturas más pobres estaban excavadas en la tierra y señalado su contorno con cantos rodados. También se encontró un aljibe árabe con diez esqueletos mezclados con clavos y colocados en dirección a oriente.

1953
Se descubre el cementerio judío de Los Santos Pintados

Vista aérea de la zona excavada de la maqbara de Santos Pintados

En enero de 1953 Samuel Santos Gener, director del Museo Arqueológico de Córdoba, se hace eco de la aparición de unos sepulcros judíos en las inmediaciones de los Santos Pintados. Una serie de:

Sepulcros formados por seis grandes losas de piedra caliza acuñadas verticalmente, a tres por banda en forma rectangular y cerrados por una sola losa para la cabeza y otra para los pies. Su altura es aproximadamente de 0´50 m y la longitud de 2 m. Lo más curioso de estos sepulcros es la forma de tapar con losas escalonadas que permiten que el agua de la lluvia penetre en el interior.

El cementerio, al que se ha le ha dado una posible adscripción mozárabe, sigue un patrón prácticamente idéntico al de la maqbara, o cementerio islámico hallado en el Zumbacón: posición de los individuos decúbito supino con variaciones en su orientación, aunque predominan los enterramientos con la cabecera al Este y los pies al Oeste. Abundan los enterramientos en cista, cuya fosa es a veces revestida por sillares de calcarenita con o sin cubierta, formadas éstas, en su caso, por tres o cuatro lajas de caliza bien canteada.

Las fosas presentan planta tanto rectangular como trapezoidal sin recogerse ninguna de planta antropomórfica. Tampoco hay constancia de ajuar. Llama la atención la mala conservación en buena parte de las estructuras funerarias y sobre todo de los restos óseos, siendo frecuente la ausencia de éstos bajo algunas de las estructuras localizadas.

1985
Se inaugura la estatua de Maimónides

La plazuela de Tiberidades con la escultura de Maimónides

La íntima plazuela de Tiberiades, donde se sitúa la escultura de bronce de Maimónides, obra de Amadeo Ruiz Olmos, es una plaza pequeña para un hombre grande, el más grande de cuantos dio la aljama cordobesa, tanto que entre los hebreos quedó para siempre aquello de De Moisés a Moisés no hubo otro como Moisés, en alusión al primero de los nombres de Moisés ben Maimón, más conocido como Maimónides, o también por su iniciales hebreas, que forman el nombre de Rambam.

Inaugurada la escultura en 1985, para conmemorar el 850 aniversario del nacimiento del sabio sefardita, la plaza recibió el nombre de Tiberiades, la población palestina de Galilea donde se encuentra el cenotafio en el que se le rinde tributo universal a Maimónides. Vestido a la arábiga, melancólicamente sentado con un libro entre las manos, el maestro universal parece recordar, en el corazón mismo de la judería que lo vio nacer, una vida plena de andanzas y visiones.

2008
Casa de Sefarad

Entrada a la casa de Sefarad en la Calle Judíos

Frente a frente con la sinagoga, la casa de Sefarad, o casa de la Memoria, es un inmueble del siglo XIV vinculado, según varias fuentes, al conjunto del templo judío. Las roelas coloreadas de los capiteles del patio son uno de los elementos originales de este edificio, restaurado a conciencia para recrear el espíritu de los judíos cordobeses. Además de punto de referencia en cualquier itinerario por la Córdoba hebraica, la Casa de la Memoria es un centro cultural en el que se celebran constantemente conciertos y actos de diferentes formatos, una biblioteca especializada y una tienda donde se pueden encontrar todo tipo de objetos relacionados con el mundo de los judíos.

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