
La antigua Sinagoga Mayor fue el centro religioso de la comunidad judía de Segovia en época medieval. Ubicada entre la calle de la Judería Vieja y la muralla, discurría paralela a la calle de la Puerta del Sol. La entrada actual se realiza por la plaza del Corpus Christi, atravesando un típico corral segoviano que forma parte del conjunto del convento de las clarisas, propietarias del templo.
La no existencia de testimonios documentos hace imposible conocer el momento y condiciones en los que la comunidad judía segoviana construyó su sinagoga Mayor. Los investigadores que han analizado arquitectónica y artísticamente esta sinagoga coinciden en señalar su gran parecido con la denominada de Santa María la Blanca de Toledo.
La orientación de la sinagoga Mayor segoviana hace pensar, según algunos autores, que pudo levantarse sobre una mezquita anterior. Con noticias documentales de su existencia que se remontan a 1373, se sabe que funcionó como templo hebreo hasta su confiscación en 1410, y que nueve años después ya estaba consagrada al culto cristiano.
Junto a estos grandes arcos de herradura, apoyados sobre pilares octogonales que se remanan en unos bellos capiteles decorados con piñas y rodeos, los 40 arcos menores del piso superior y la decoración mudéjar del artesonado de la actual iglesia dan idea de las dimensiones del viejo templo judío, una de las cinco sinagogas registradas en la ciudad, que pudieron llegar a ser hasta siete.
Tras el terrible incendio de 1899 que redujo el edificio a sus líneas estructurales, el Ayuntamiento de Segovia llevó a cabo a principios de la pasada década la restauración de toda las yeserías, vidrieras y capiteles que formaban la ornamentación original mediante las fotografías originales del día del incendio en 1889 de las que se disponía y de los restos conservados de las yeserías originales.Los artistas que intervinieron fueron José María García Moro (Escultor), José Luis Silveira (Restaurador), Carlos Muñoz de Pablos (Vitralista) y Valero Herrera Ontañón (Aparejador Municipal).